6 materiales con los que vallar el jardín y disfrutar de privacidad y estética

Hoy os vamos a hablar de diferentes tipos de cerramiento para vallar el jardín. Se trata de un elemento indispensable de una casa, que nos va a permitir separar la vivienda tanto de los vecinos, como de la calle.

Las exigencias de estas delimitaciones suelen venir en los pliegos municipales de urbanismo. Hoy, dada la variabilidad de normas existentes, sólo vamos a hablaros de los tipos de vallas.

Vallas de simple torsión

Son aptas para solares que se encuentran sin edificar, pero dejan de ser recomendables cuando ya estamos viviendo, debido a que no ofrecen nada de privacidad, y pueden romperse para acceder relativamente fácil. En el lado opuesto, podemos decir que son las más económicas de instalar.

Vallas de PVC

Últimamente se está imponiendo su uso para vallar el jardín por dos motivos: son parcialmente permeables al viento (es decir, dejan pasar el aire), y son de materiales muy estabilizados y duraderos para el exterior.

Pueden ir montadas sobre un muro de obra, en cuyo caso suelen ser de poca altura, o bien pueden instalarse como elemento único divisorio sobre postes (también de PVC). Al ser un material muy trabajado, existen multitud de elementos prefabricados para que el ensamblaje sea fácil y sencillo.

En contrapartida, son uno de los vallados más caros por los que podemos optar.

Vallas de aluminio

Son de características prácticamente iguales a las de PVC, con un coste también elevado, pero con la ventaja de que es un material más duradero que el plástico.

Dentro de las vallas de aluminio, podemos encontrarnos con vallas de red rígida (tipo hércules) soldada, de barrotes, incluso, de aluminio mezcladas con cristal (sobre todo, en terrazas).

En este caso, también se podrían instalar directas sobre el suelo, o sobre algún muro medianero.

Vallar el jardín con madera

Son el material de jardín por excelencia. Resultan de las opciones más económicas, y actualmente en el mercado tenemos multitud de formatos y acabados. Como ya sabrás si has tenido alguna valla de jardín de madera, el único “pero” es que requieren de un mantenimiento cada poco tiempo, teniéndolas que proteger de los agentes atmosféricos.

Muro de obra

Un clásico en nuestra zona. Son directamente realizarlos de obra, con bloque de hormigón. Suelen ser para gente que no quiere tener que hacer mantenimientos. Si bien es cierto que luego pueden pintarse, mucha gente se decide a dejarlos directamente con el bloque visto. Lo único es el coste de la obra de levantarlo.

Una vez hecho, apenas va a requerir mantenimiento, y el día de mañana se pueden revestir con algún material más (paneles de piedra, cerámico, etc.). La ventaja más obvia es la privacidad que ofrecen, que es total.

Gaviones de piedra

Aunque en nuestra zona no se ve todavía más allá de algún jardín privado usado como decoración, o en obra pública para contención de tierra, los gaviones de piedra ofrecen un sinfín de posibilidades para usarlos como vallado de jardín.

Una vez instalados, no requieren mantenimiento. Se pueden rellenar con piedra del terreno para que no destaque en exceso y, además, pueden combinarse con cualquier otro tipo de vallado, creando piezas únicas.

En resumen, para saber qué tipo de material es más conveniente para vallar el jardín, tendremos que hacer un análisis del presupuesto que queremos destinar a ello, si vamos a desear que requiera de mantenimiento el día de mañana, y de la estética, que pueda ser compatible con el tipo de jardín que queremos para nuestro día a día. Y por supuesto, contar con el mejor estudio de paisajismo para su instalación 😊

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