Si tuviéramos que elegir entre los diferentes sistemas de riego cuál es mejor para los jardines, no tendríamos una respuesta definitiva. No existe un sistema perfecto para cualquier jardín, todo dependerá de las necesidades, el tipo de plantas y las ganas que tengas de cuidarlo. Hoy vamos a contarte cuáles son los diferentes tipos de riego que existen, para que puedas elegir el más adecuado en tu caso.

Sistemas de riego más comunes:

En primer lugar, debemos separar en las dos grandes tipologías de riego que existen:

Riego por superficie o inundación:

Se acumula el agua a lo largo de la zona inundando la superficie de forma que llega menos líquido a la extensión más lejana. Este método actúa sobre todo en las raíces. Se trata de un sistema que se utiliza sobre todo en huertas, por lo que no nos detendremos a hablar de él.

Riego localizado

Esta forma de regar se utiliza en los jardines. El sistema consiste en definir la zona de riego y actuar sobre ella, de esta forma se ahorra agua y se le ofrece a cada planta la cantidad que necesita. Dentro de esta modalidad existen diferentes tipologías:

Sistemas de riego por aspersión

Consiste en una lluvia que alcanza entre 6 y 14 metros de distancia. Es perfecto para el césped, ya que la distribución del agua es bastante uniforme. El mecanismo de los aspersores es rotativo, así va girando por la zona marcada y distribuyendo el agua sobre ella.

Mecanismos difusores

Otro método similar a la aspersión es el de los sistemas difusores. Éste, al contrario que los aspersores, no rota sobre su eje si no que abarca de forma fija una zona. Su potencia es inferior, por lo que no llega a una distancia tan amplia, llegando a cubrir 3-7 metros de distancia.

Riego por goteo

Entre los sistemas de riego, este es de los mejores para ahorrar agua. Sirve para lugares donde hay plantas separadas, como en las jardineras. Un agujero en una tubería va soltando gotas de agua sobre cada planta de forma concreta. Mantiene bien la humedad de la planta y el gasto hidráulico es mínimo.

Riego subterráneo

Se trata del mismo método que el riego por goteo, pero enterrando las mangueras entre 5 y 50 cm (según las necesidades de las plantas). El riego subterráneo tiene como ventaja la estética, ya que las mangueras quedan camufladas bajo tierra.

La manguera

Por último, queremos hablar de la manguera. Este es el método más manual y además el que supone un mayor desperdicio de agua. Además de ser un tipo de riego que requiere más trabajo, no permite una distribución uniforme del agua y en el caso del césped no le haría ningún favor. Puede ser útil para zonas de árboles, pero aun así son más recomendables los otros sistemas de los que hemos hablado.

Todos los sistemas de riego que hemos comentado se pueden automatizar con programadores, de esta forma te ahorrarás un trabajo manual, por no hablar de tener que acordarte de las necesidades de cada zona de tu jardín. Contar con un profesional de la jardinería en el momento de la programación te ahorrará pruebas innecesarias. y probablemente salvar la vida de muchas de tus plantas. Además, te asegurará una correcta distribución del agua, teniendo tu jardín siempre perfecto. ¿A qué esperas para mejorar la vida de tu jardín?